Un mar calmado no hace marineros.
Un mar calmado no hace marineros.
Está es una de las frases que más me ha marcado durante mi carrera profesional y en la vida. Son necesarias olas altas y fuertes marejadas para aprender a sortear los difíciles océanos con los que nos encontramos en el camino. El carácter se templa, la intuición se agudiza y el corazón se ennoblece.
Si la tempestad y el oleaje son fuertes, como dijo el gran Bruce Lee, ya sabes, «Be water my friend».